La laguna de los dioses, en lengua Quechua, esconde sus encantos a los mortales entre las montañas de la reserva Cotacachi Cayapas. Su creador el gran volcán Cotacachi observa desde sus 4939 metros de altura a su cambiante criatura. Este volcán es uno de los pocos de Ecuador con nieves permanentes y el deshielo de su agua forma la laguna de Cuicocha.
Hace aproximadamente 3.000 años las poblaciones de Cotacachi, Quiroga, Otavalo, Imantag y Atuntaqui se levantaron cubiertas de la lava del volcán Cuicocha. Fue la última vez que este gigante se enfado y desde entonces su tranquilidad ha permitido que se forme una laguna en su cráter. Cuatro kilómetros de largo por tres de ancho acogen en su interior dos islas que afloran a la superficie como si de sus ojos se trataran. Los locales dicen que la laguna cambia de color constantemente, del verde al azul al negro… Del agua brotan burbujas debido a las emanaciones de azufre.
Un sendero de 17 kilómetros rodea la laguna, subes y bajas por una naturaleza cambiante sin perder de vista el gigante Cotacachi y su nevada cabellera. La altura dificulta la respiración pero el paisaje ayuda a caminar. Sin duda los dioses saben hacer bien sus obras y merece la pena la caminata para poder observarlas.
Es muy interesante que haya una isla en el centro. Sería un punto de interés para algunos ecoturistas o campistas…